Al momento de estudiar es muy importante buscar adquirir conocimientos y poner en práctica estos conocimientos. Pero, ¿cómo lo hacemos? No se trata únicamente de aprender una metodología de trabajo y ponerla en práctica cada vez que tengamos un examen, sino de dotarla de creatividad y flexibilidad, adaptándola a cada momento a cada materia.
Aprender técnicas de estudio nos proporcionarán agilidad, capacidad crítica, flexibilidad, creatividad, capacidad para el análisis y síntesis, facilidad de lectura y expresión u otras capacidades orientadas a la planificación y organización de nuestra actividad educativa.
Si, además, las adaptamos a nuestras características personales y a nuestras potencialidades, elevaremos el estudio a otro nivel, mejorando tanto nuestra calidad en la adquisición de conocimientos como la cantidad de esfuerzo y tiempo empleado para ello. Aunque parezca mucha información a tener en cuenta, realmente, con la práctica, se convertirá en nuestra rutina de trabajo. Y, como cualquier rutina, termina por automatizarse y ser parte de nosotros.
Nunca es tarde o pronto para comenzar a aprender a estudiar, lo importante es adquirir el hábito cuanto antes!!!!!
LOS ESTUDIANTES QUE APRENDEN A APRENDER logran percibir sus procedimientos de aprendizaje, monitorear su desempeño, mejorarlo y –de ser necesario- corregirlo. Se trata de aprendizajes valiosos para las actividades académicas, pero con impacto más allá del ámbito escolar, puesto que se proyectan a su contexto personal y social, a sus proyectos de vida, a su inclusión en el mundo del trabajo.
A continuación podrás conocer un poco más sobre cómo estudiar mejor: